Por ello, es importante comprobar si el líquido refrigerante está en buenas condiciones y el circuito, en el nivel adecuado.
En caso de que se prevea realizar viajes largos, se recomiendan no perder de vista la aguja de la temperatura del motor. Si ésta se sitúa en la zona roja, lo más conveniente es no apagar el motor de forman brusca ya que se puede dañar el mecanismo del vehículo.
Lo primero que hay que hacer, en el caso de que el conductor perciba que el coche se está recalentando, es apagar el aire acondicionado y abrir las ventanillas.
A continuación, los profesionales recomiendan apartarse de la vía, mantener las ventanillas bajadas, las puertas abiertas, si es posible, y quedarse fuera del vehículo.
En el caso de que la temperatura no descienda, hay que poner el motor en punto muerto y dar unos pequeños golpes de gas. Pero nunca se debe acelerar el coche o utilizar el freno motor. Esto podría elevar aún más la temperatura.
Si la aguja no baja de la zona roja, puede que el calentamiento tenga relación con el ventilador del radiador. Así que, si está parado, habrá que apagar el motor.
Por último, los profesionales advierten que es necesario tener mucho cuidado a la hora de revisar el coche en este momento ya que la temperatura de las piezas puede causar quemaduras importantes.