El calor suele traer consigo algunas averías indeseadas en tu vehículo que puedes evitar si haces un uso adecuado de los diferentes componentes del coche y llevas a revisar tu coche de forma periódica. Uno de esos elementos es el aire acondicionado, que puede traer consigo también un aumento del consumo de combustible. En Surmoción te traemos los mejores trucos para evitar que consumas más por culpa del aire o puedas tener algún fallo con él.
¿Cómo funciona el aire acondicionado?
El aire acondicionado del coche funciona mediante un ciclo de refrigeración que incluye varios componentes clave: compresor, condensador, válvula de expansión y evaporador. El proceso comienza cuando el compresor comprime el gas refrigerante, aumentando su presión y temperatura. Este gas caliente pasa al condensador, donde se enfría y se convierte en líquido al liberar el calor al exterior del coche.
Después, el líquido refrigerante fluye a través de la válvula de expansión, que reduce su presión, enfriándolo considerablemente. Finalmente, el refrigerante frío pasa por el evaporador, donde absorbe el calor del aire del interior del vehículo y lo enfría. Un ventilador impulsa este aire frío hacia el habitáculo, proporcionando una temperatura agradable al conductor y los pasajeros.
¿Cómo poner el aire acondicionado del coche?
Para poner el aire acondicionado del coche, primero enciende el motor y asegúrate de que el sistema de ventilación esté activado. Presiona el botón de «A/C» en el panel de control para encenderlo. Ajusta la temperatura a tu nivel deseado utilizando los controles de clima, generalmente con botones que permiten seleccionar una temperatura específica.
Modifica la velocidad del ventilador para ajustar la intensidad del flujo de aire. Dirige las salidas de ventilación hacia ti o hacia donde prefieras que circule el aire. Si deseas enfriar el coche rápidamente, selecciona la función de recirculación de aire para que el sistema reutilice el aire frío dentro del vehículo en lugar de tomarlo del exterior.
Averías más comunes del aire acondicionado
Las averías del aire acondicionado del coche son comunes y pueden afectar el confort y la funcionalidad del sistema. Entre las fallos más frecuentes se encuentran la falta de gas refrigerante debido a fugas, lo que reduce la capacidad de enfriamiento. También es común que el compresor falle por desgaste o falta de mantenimiento, impidiendo se enfríe el habitáculo.
Los filtros sucios pueden obstruir el flujo de aire, mientras que problemas eléctricos, como fusibles o conexiones defectuosas, pueden evitar que el sistema se encienda. Otras averías incluyen fallos en el condensador o el evaporador, lo que puede resultar en ruidos inusuales o mal funcionamiento. Realizar revisiones periódicas y mantenimientos preventivos es clave para evitar estas averías y garantizar un rendimiento óptimo.
¿Cómo ahorrar combustible?
Ahorrar combustible al usar el aire acondicionado del coche implica un uso eficiente y consciente del sistema. En trayectos cortos o a bajas velocidades, es mejor abrir las ventanas para ventilar en lugar de encenderlo, ya que a baja velocidad su uso aumenta el consumo de combustible. A velocidades altas, es más eficiente usarlo que conducir con las ventanas abiertas, ya que estas generan resistencia aerodinámica.
Ajustar la temperatura a un nivel moderado, evitando configuraciones extremas, también ayuda a reducir el esfuerzo del sistema. Además, es recomendable usar la función de recirculación para enfriar más rápido el interior y disminuir la carga del compresor.