Ya queda menos de un mes para la llegada del invierno y las bajas temperaturas ya se están asentando en casi todos los lugares de nuestra geografía. Por eso es buen momento para poner el coche a punto para estas fechas y adaptar tu conducción. Mucho hemos hablado de la importancia de los neumáticos de invierno, pero también hay un elemento que necesita ciertos cuidados en estas fechas, se trata del parabrisas.
Este cristal frontal sufre más en invierno debido a las bajas temperaturas y es de vital importancia debido a que su estado compromete la seguridad de los ocupantes. Ofrece hasta un 30% de la resistencia estructural del vehículo, actúa como soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción, y ayuda al correcto funcionamiento del airbag (que se apoya en el parabrisas y en caso de rotura, el airbag perdería sus facultades).
Lo primero es la prevención, a la hora de emprender un desplazamiento hay que comprobar que el parabrisas no tiene ningún daño. Si presenta impacto o una rotura afecta a la resistencia del vehículo, pues no aguantaría la misma deformación de la estructura o el aplastamiento del techo. Además, con los cambios de temperatura (como al descongelar con agua caliente o la calefacción muy alta) hasta el más mínimo impacto puede convertirse en una grieta.
Si el parabrisas se ha congelado lo mejor es utilizar una rasqueta de plástico o rociar la luna con alcohol para eliminarlo. Los limpiaparabrisas también afectan y por ello es recomendable renovarlos cada 6-12 meses. Si están en mal estado, además de empeorar la visibilidad, pueden rayar el parabrisas. En invierno es mejor usar un líquido limpiaparabrisas, pues el agua podría congelarse en el depósito o sobre el parabrisas al salir.
En cualquier época del año el parabrisas es importante y en invierno hay que prestarle unA mayor atención. Es importante seguir todo lo anterior y también tenerlo siempre limpio con estos consejos.