Tranquilidad. No creas que eres el único o la única que sufre los típicos nervios al volante. En realidad, es algo a lo que se tienen que enfrentar muchas personas en algún momento de su vida y que acaban desapareciendo a base de seguir conduciendo día tras día. El problema viene cuando esos nervios no se gestionan bien y provocan que seamos más torpes y despistados de lo debido.
Para afrontar esta situación lo mejor posible te damos una serie de consejos que puedes aplicar antes de conducir, durante el tiempo que lo estés haciendo y lo que es casi más importante, antes de que tengas que conducir por necesidad. Si sigues estos consejos con perseverancia, te librarás de los nervios al conducir antes de lo que te imaginas.
Antes de conducir
- Las prisas no son buenas, así que antes de arrancar el motor, tómate un momento para ti. Debes emplear ese tiempo en relajarte para rebajar un poco tu tensión. Para ello es muy recomendable controlar la respiración.
- Practica la respiración abdominal. Se trata de respirar hinchando la tripa en lugar del pecho. Para hacerlo correctamente debes respirar lentamente, tomando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca. Coloca las manos encima de tu barriga para notar como sube y baja.
- Hay gente que se frustra porque notan que los nervios no desaparecen por completo. No debes caer en ese error, porque el objetivo de los ejercicios de relajación no son eliminar del todo el nerviosismo. Es simplemente un paso previo para disminuir un poco la ansiedad y los síntomas fisiológicos más comunes, como la tensión muscular o el pulso acelerado.
Mientras conduces
- Aprovecha cada parada que hagas para seguir con la respiración abdominal: semáforos, atascos… Si es necesario, para voluntariamente para repetir los ejercicios de respiración. Eso sí, debes hacerlo respetando las normas de tráfico. Por ejemplo, sal de la autopista en un área de servicio o gasolinera.
- Evita la negatividad. No te fijes solo en lo que no hagas del todo bien. Las personas que hacen eso pierden la autoconfianza pronto y se vuelven cada vez más inseguras. En lugar de ello, debes tener en cuenta también los éxitos que tengas. Ten presente que conducir bien es un proceso que comienza con sacarse el carnet, pero que se va perfeccionando con el tiempo.
Ejercicios y buenas prácticas para acabar con los nervios
- No evites coger el coche. La evitación se convierte en una forma de reforzar la inseguridad, los nervios o los miedos que puedas tener.
- El trabajo previo es igual de importante, así que haz prácticas en alguna zona segura. En especial para ensayar las cosas en las que te sientes más inseguro. Cuanto más preparado estés menos nervioso estarás cuando llegue el momento.
- También es bueno repetir varias veces una misma ruta. Incluso hasta el aburrimiento. Cuando te sientas lo suficientemente seguro durante toda la ruta que hayas elegido, pasa a hacer lo mismo en otra zona en la que añadas alguna condición más. Por ejemplo, de tu barrio puedes pasar a carreteras poco transitadas, y de ahí a autopistas o travesías de circunvalación. Elige tú mismo el orden y ve pasando de las zonas donde te veas más suelto a las que te ponen algo nervioso.