El sistema de freno es el sistema más importante de todos los sistemas de seguridad que tiene nuestro automóvil. Que tenga el mantenimiento adecuado es vital a la hora de evitar posibles accidentes, salirnos de la carretera o no atropellar a un peatón.
Si hay algo que va a evitar posibles daños de avería o como los anteriormente mencionados es conocer el básico funcionamiento de los frenos. Por eso, a continuación te contamos algunas señales que te avisarán de que ya es hora de cambiarlos.
Cuando el pedal de freno está esponjoso
Cada pedal es un mundo y al final acabas acostumbrándote al tacto del tuyo hasta tal punto de que se puede volver demasiado esponjoso. ¿Qué ocurre? Lo más probable es que haya fugas en el circuito de frenos, posea un líquido de frenos deteriorado o se haya producido un defecto en la bomba de freno o en los bombines. Lo más aconsejable es sustituir el líquido cada dos o cada cuatro años.
Pedal demasiado duro
Si notas que el servofreno ha sufrido un endurecimiento del pedal poco usual es un síntoma obvio de que tienes que llevarlo al taller para que un profesional revise el sistema. Así, evitarás males mayores en el futuro.
Distancia de frenada más larga
Que aumente la distancia de frenada se debe al desgaste de sus elementos. La transmisión de la fuerza, el funcionamiento del servofreno y el estado del líquido de los mismos juegan un papel fundamental en la seguridad de nuestro coche. Asimismo, el conjunto pastilla-disco y zapata-tambor debe tener un estado óptimo. ¿Qué hay que hacer? Aparte de mantenimiento periódico, es vital sustituir las piezas que estén deterioradas.
Vibraciones y ruidos
¿Notas que el sistema de frenos vibra demasiado? Esto se puede deber a varios motivos, entre ellos, al rodamiento de las ruedas, al desgaste de los neumáticos o al alineamiento de dirección. Por otra parte, también puedes escuchar un ruido en ellos, siendo el motivo el desgaste o a que se ha cristalizado demasiado como consecuencia del sobrecalentamiento de las superficies. Esto es un aviso claro de que debes proceder a la sustitución de las pastillas.
Recuerda que, al fin y al cabo, estos sistemas están pensados para salvar vidas y se trata de tener sentido común, ya que un buen uso y un buen mantenimiento son factores determinantes para una conducción cómoda y segura.