La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) recuerda que “el verano es una época muy delicada para nuestros compañeros animales; tienen menos recursos que nosotros para combatir el calor y sus organismos son especialmente sensibles a sus efectos. Golpes de calor, picadas de insectos, deshidratación… son algunos de los problemas que pueden aparecer en verano si no se toman las precauciones adecuadas”.
– Para ello, deberemos asegurarnos que nuestra mascota viaja cómoda y con la ventilación suficiente en nuestro vehículo.
– Darle de beber de forma regular también ayudará a su bienestar.
– Debemos llevarla bien sujeta pero que pueda moverse y viajar tranquila. De ésta forma también nuestro viaje será más llevadero.
– Bajo ningún concepto podemos dejar una mascota encerrada dentro del coche, ya que podría morir en menos de una hora por un golpe de calor.
Algunos de los síntomas más evidentes para reconocer un golpe de calor en tu mascota son los siguientes: el animal no tiene ganas de moverse, su respiración es agitada, rápida o costosa, la boca y el hocico están secos, las mucosas de las encías y de la conjuntiva están azuladas o enrojecidas, temblores musculares e incluso vómitos, frecuencia cardíaca acelerada y movimientos lentos o tambaleantes.
Y lo mejor que podemos hacer en caso de golpe de calor es poner al animal bajo un chorro de agua (no muy fría) y humedécele la boca sin obligarle a beber. Cuando se normalice su respiración, puedes sacarlo de debajo del agua, pero controla su temperatura. Cuando quiera beber, déjale, controlando que no beba mucho de golpe.