1. La batería: en época invernal los vehículos necesitan invertir más energía para funcionar, y las baterías se resienten.
2. Las luces: tanto delanteras como traseras, este elemento es uno de los más sustituidos antes de acudir a la ITV.
3. Parabrisas: normalmente por la presencia de pequeños defectos y/o grietas en la luna causados por impactos.
En otro orden de importancia también encontramos los discos de freno, las bujías, los fusibles y el propio mando de las llaves del vehículo.
Ten en cuenta todos estos elementos antes de pasar la ITV, así como el nivel de líquidos de tu vehículo (freno, aceite, limpiaparabrisas…) y el estado de los sistemas de seguridad del coche (principalmente los cinturones).
Además, los profesionales del sector nos recuerdan que debemos llevar el coche al taller cada 15.000 kilómetros, y no solamente para subsanar los desperfectos que nos impedirían superar la ITV.